lunes, 21 de mayo de 2007

En tránsito

Mis horarios son raros, aunque no tanto mis itinerarios. Camino a mi casa, voy por una calle parelela a una avenida muy transitada, al igual que esa calle. Montones de locales comerciales, etc.

Uno de ellos es un telo. No de los más lujosos. Tampoco los más impresentables. El problema es que la playa de estacionamiento tiene esas viejas cortinas de tiras de plástico. Eso sí es impresentable.

Pero lo que llama la atención es que siempre hay autos. Siempre. A toda hora. Ok, soy un voyeur. La excusa es que no quiero estrolarme con nadie que sale de ese garage. Se sabe: todo el mundo sale como arrancaba Schumi en la pole position, y la mina (usualmente la acompañante) usa a las 8pm un par de anteojos negros tamaño XXL y tapándose la mitad de la cara con la mano derecha, como si se le hubiesen caído los aros al piso...

No me extrañaría entrever a través de las cortinas la playa llena en la madrugada de un sábado, a las 4am. O inclusive un domingo a las 11 de la mañana... Pero un miércoles a las 10 de la matina, sin feriados linderos, es casi exótico. Conté (a la carrera) no menos de 10 autos.

Eso es vida. No los remanidos mañaneros, para los que hay que tomar precauciones como hacían Hugh Grant y Julia Roberts en Notting Hill.

Levantarse, bañarse, tomar el desayuno, eventualmente llevar a los niños a la escuela, darle una leída al diario... y después al telo.

Cualquier actividad, después de eso y de esa manera, tiene sabor a gloria.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero la gente que hace todo eso antes de irse al telo...a que hora se levanta?
o el que está un miércoles a las 10 de la matina en el telo...donde labura?
que sueño! a los primeros, que envidia a los segundos...

Luigi dijo...

Dia de perros, laburando 12 horas, trafico de mierda; llegada a la casa, contacto con los quilombos hogareños, cena, 2 horas para lograr que se acueste el enano jueputa que sigue saltando y jugando como si nada; camino a la cama se pone a llorar la bebé; otras dos horas para dormirla... FINALMENTE... que telo ni que carajo, solo quiero dormir... !!!!!!!!!!
(jejejeje, el mañanero es solo un bello recuerdo de la luna de miel)

La condesa sangrienta dijo...

Conocí un par de señoras que estacionaban el auto en la puerta del gym, y se iban al telo con el auto de un señor que las esperaba. Esas son horas que ningún marido vigila, y justifica sudores, moretones, despeinados y demás.
Los profesores también suelen hacer ejercicios aérobicos extra con cuarentonas calenchus o pendejas persecutas. El horario de 8 a 10 es ideal para amas de casa, viajantes, visitadores médicos, contadoras/, abogadas/os y toda aquella actividad que no necesite fichar un horario fijo.
Y ahora con los celulares...andá a preguntarle a tu media naranja dónde está.
Ya saben el chiste:
-Malala, ¿vos le hablás a tu marido cuando hacés el amor?
- Y...si tengo un teléfono cerca...!
¿ud. tiene horarios raros, roedor? mmmmmmmmm

Roedor dijo...

Sí, yo tengo horarios raros. Pero no es ne'sario tenerlos para hacer trapisondas. Puedo asegurarlo. Pero como dije en un post medio antiguo, tengo el derecho constitucional de no autoincriminarme.

Lo que no quiere decir que haya hecho o no eso de las 10 de la matina.

Hay cosas interesantes para hacer en la vida. El que piensa que es una rutina eterna está mirando un cachito de la peli, nomás...

Anónimo dijo...

Sobretodo cuando me cojo a tu mujer a las 9.30 mientras vos estás en tu laburito de mierda.

Roedor dijo...

Nadie está exento/a, mi querido anónimo... Vos tampoco, por supuesto.

Y no asumirlo es ser muy inmaduro. Más que lo que indican otras actitudes, mirá.

Y lo bien que hacés, che.

Ruth dijo...

Bueno, hay gente con laburos de horarios flexibles ¿no? Conozco a uno que a la salida del trabajo "va al gimnasio a nadar", y tiene la excusa perfecta para llegar bañado y sin ganas de cumplir con la patrona.

Roedor dijo...

Bueno, pero hay que tomar ciertas precauciones. Yo hacía y hago deporte con un tipo que juega un rato con nosotros (ponele diez minutos) un día de semana a la noche. Entonces transpira la camiseta (literalmente), se da un baño y allí sale a piratear.

El hecho cómico ocurrió un día que se cortó la luz en todo el club a los 10 segundos (literal) de haber empezado a jugar... El tipo estaba desesperado por conseguir una ducha, y allí fue en total oscuridad a bañarse.

Las cosas que hay que hacer por un poco de amor clandestino, che...