lunes, 28 de abril de 2008

A buen entendedor

Este tipo de historias las cuenta mejor el vecino Juan Hundred. Lo bueno de él es que posiblemente la mayoría de esos cuentos no sean reales, pero son verosímiles, que es mucho mejor.

Una de mi amigo F., uno más de los relatos de broken hearts y relaciones que se terminan.

Al tipo en un comienzo no le disgustaba ir algunos domingos a lo de su suegra. Típica familia hija de inmigrantes, de suburbio de la provincia de Buenos Aires, casa cómoda, parrilla al fondo, pileta, buena mercadería, vino de primera, todo bien. El negocio era poner la jeta, relojear si se podía mirar el partido en el codificado, almuerzos típicamente peninsulares que comienzan a las 3.30pm y son un continuum de masticar y beber hasta las 6pm o por ahí, si es que uno se enganchaba con el mate, cosa que al tipo le asqueaba.

Pero haciendo de tripas corazón, la cosa no estaba tan mal, sólo había que fijarse que los pendejos no rociaran con combustible al canario o no preparasen al escabeche a la tortuga. Por lo demás, situación controlada. Y el lomito mechado, o los ocasionales chipirones al disco justificaban la ordalía.

Facturas que se pasan en público, ése es el problema, pensaba el tipo. Tanta bronca acumulada, tantas ganas de descargar y no poder, todo en undercurrent, todo por debajo, como el subte, tan real e invisible a la vez.

Ella pensaba lo mismo, por supuesto, y también sufría la enfermedad de tener celos del pasado, tema álgido ya tratado hace no demasiado tiempo por acá.

Entonces el diálogo fue de aqueste modo, ya llegando a los postres y con el alcohol comenzando a hacer estragos.

- La que era una ridícula era la novia esa que tenías vos antes.

- ...

- Esa, la que te fue a buscar al laburo una vez, con esas colitas ridículas en el pelo.

- Ah, sí. Bueno, no era exactamente mi novia. Viví como 3 años con ella... (ahí fue el sablazo, vos te lo buscaste). Además, las colitas no le quedaban tan mal, tenía una bella cabellera lacia y rubia.

- ¿¿Rubia?? ¡Ja! Esa no era rubia (dicho con tono de morochaza del sur de Italia, facciones duras pero agradables, casi arabescas).

- Sí, era rubia.

A esta altura la audiencia (no menos de 15 personas de ambos sexos con rango de edades entre 7 y 70 años, con predominancia de thirtysomethings), ya miraba enarcando el cuello, entre interesada, intrigada y perturbada.

- Naaah, de rubia no tenía un carajo. En realidad sí, una tintura de cuarta que dejaba ver las raíces (búsqueda y encuentro de aprobación entre mayoría de parientes directos, todo un éxito).

- No, de hecho, no eran raíces, era rubia clara, medio ceniza con mechones más oscuros, pero sin duda que era rubia. Lo que no entiendo es qué importancia tiene que haya sido (que es, porque todavía no se murió) rubia o no.

- No me banco a las que se hacen las que no son.

- Pero ella es rubia.

- No lo es, no me lo vas a decir a mí, yo soy mujer...

Haciendo una rápida evaluación de la situación, el postre ya consumido (tiramisú del mejor), el Luigi Bosca colmando la copa y el partido por empezar, el tipo se dijo "ma sí", y se despachó para terminar la controversia, ahí, con todos mirando y escuchando, incluyendo los parientes más cercanos de la belicosa.

- Te puedo asegurar que era rubia.

Y ahí se pudrió todo.



martes, 22 de abril de 2008

Gettin' older


La simpática foto no es de acá: hace no mucho, el equipo de rugby femenino de Ohio State visitó Washington, decidieron ir a las escalinatas del Lincoln Memorial y sacarse una foto topless (o al menos topless al estilo gringo, posiblemente con el bra debajo).

Lo que me ocurrió a mí fue menos simpático pero igualmente intrigante: hasta ahora en la calle o en cualquier ámbito no me costaba distinguir hombre de mujer. El sábado fui al club con mis hijos y en la puerta estaba esperando la mitad del equipo de rugby femenino a que llegara el resto para partir a jugar presuntamente en otro lado. Más allá de una versión juvenil de Elisa Carrió y una rubia con inusuales espalda y cintura angostas pero excedida de Nesquik a nivel piernas, todas tenían un aspecto recio, fornido, como posiblemente recomiende la dureza de este deporte que a mí no termina de convencerme como tal.

Todo bien hasta que llegó una persona de pelo corto desmechado, un par de piercings en las orejas, uno anillo, quizás dos, en la mano, pantalones cargo, remera cuello redondo y... un aspecto absolutamente ambiguo. Yo miraba la escena desde el auto, sin escuchar nada, y durante no menos de un minuto estuve siguiendo sus movimientos: caminaba, iba para allá, venía para acá, no se notaba que tuviera un busto prominente, sus manos no eran exactamente pequeñas pero tampoco grandes, no tenía muy marcadas las caderas, no tenía mucho culo, pero tampoco era chata/o.

No sé si era un tipo o una mina, en resumidas cuentas.

Me pregunto cuánto me falta para empezar con "esto es el acabóse" (o el continuóse del empezóse, como decía Mafalda).

Qué horror.


lunes, 21 de abril de 2008

Haceme el favor de cerrar la boca, querés...

Este va sin foto porque es una contradicción en sí mismo: yo no debería estar hablando de esto.

1. Un grupo de imbéciles descerebrados organiza un "festival" musical donde van no más de 50 tipos en "homenaje" al cumpleaños de Adolf Hitler. Fue ayer domingo. El gran diario argentino saca una página entera sobre la info, anuncia la noticia en la tapa de la edición del lunes y da la dirección de la página de estos insectos. Hasta facsimilea el home. Debe haber colapsado, sin duda, tan truchos ellos y tan tarados los que entraron.

2. Dos periodistas radiales, que por esa razón tienen menos perdón que los demás porque empezaron siendo periodistas y ahora conducen un programa muy escuchado, le hacen un reportaje en el prime time mañanero a un rabino ultramontano que lideró al grupo político que ganó las últimas elecciones en la AMIA, un organismo sin fines de lucro cuyo principal fin es asegurarle un lugar en el cementario de La Tablada a gente que paga una cuota voluntaria mes a mes. Ernesto Tenenbaum y Marcelo Zlotogwiazda, que de ellos se trata, son ambos judíos y se ponen a prepotearlo a este impresentable, que imitando a otros del lado católico como el finado Quarracino, Aguer y demás intolerantes, se despacha a gusto sobre lo impuro que es casarse con una gói, no seguir las enseñanzas estrictas de la Torá aunque vivamos en el siglo XXI, etc.

3. El gobierno de la ciudad de Buenos Aires, presuntamente a instancias del ejecutivo liderado por el sr. Macri, llena de afiches la ciudad con una expresión en hebreo deseando Felices Pascuas (Pesaj, pronúnciese péisaj) a un grupo de gente que no excede ni por lejos las 150.000 personas en un país de cerca de 40 (cuarenta) millones de almas.

Todo esto no hace más que confirmar que vivimos en un país antisemita, en un lugar donde han tenido lugar dos de los peores atentados antisemitas de la historia, y donde aún hoy se sigue discriminando, de manera light en el mejor de los casos, a los judíos.

A ver si me explico 1: si no quiero difundir la acción de cinco tarados que en elfuturo inmediato quieren ser 10, 100 o 1.000, no publico una notica como esa.

A ver si me explico 2: si no quiero que el común de la gente que no discierne sobre la tolerancia, la democracia y la pluralidad de ideas y creencias, no le doy pasto a las fieras mostrando a un representante de la comunidad judía que bien podría irse a vivir solo al medio del desierto, así jode menos.

A ver si me explico 3: si publicamos afiches con dinero público para eso, no veo porqué después no tenemos que mencionar al Ramadán de los musulmanes, a los mormones o a cualesquiera de las múltiples creencias cristianas no católicas que son bastante más numerosas que la comunidad judía practicante. Querer hacerse el amplio con esas actitudes es tan antisemita como el tristemente famoso (no célebre) Alberto Pierri y el argumento de que "tengo un amigo judío".

Felices Pascuas... ¡para mis amigos judíos!

viernes, 18 de abril de 2008

Mañana nunca se sabe

En alguna edición nacional de Revolver de los Beatles, Tomorrow never knows fue traducida como No saber, que era precisamente lo que le pasaba al traductor... pero bueh.

Esta versión casi como que me gusta más que la original (¡sacrilegio!) y está en este disco, 801 Live:



Fue grabada en agosto/septiembre de 1976, y la formación deluxe era:

Phil Manzanera guitarra

Brian Eno sintetizador y voz

Francis Monkman Fender Rhodes y otros teclados

Lloyd Watson guitarra slide

Bill McCormick bajo

Simon Phillips batería

Se recomienda la versión aumentada del disco que salió hace no mucho, que contiene un par de canciones más de Brian Eno, para enfermitos como yo.

El cover de Tomorrow never knows, aquí bautizado como T.N.K., tiene como característica principal la guitarra voladora de Manzanera (ex compañero de Eno en Roxy Music, por si hace falta aclararlo), la voz espacial de Brian Eno, el bajo imposible de McCormick, los teclados, bla, bla, todos la rompen, pero la batería de Simon Phillips al día de hoy me sigue destruyendo la cabeza. Sobre el final, cuando se lanzan como una manada de elefantes descontrolados, el juego de doble bombo suele hacer temblar las paredes de mi casa.

Como youtube parece haber impedido los links directos a blogger, hago el truquito de pintar todo este texto para que clickeando sobre cualquier lugar, vayan directo al sitio.

Importante: la versión es instrumental, no hay imagen, fue un loco que puso unas imágenes medio pedorras de fondo. Vale la pena escuchar la música, de todos modos.

Enjoy.


miércoles, 9 de abril de 2008

Why is life worth living?

Debido a la poca inspiración reciente y a que soy un copión, a raíz de un post en lo de Samurai Jack, va la lista de las cosas por las cuales vale la pena haber pasado por acá, como lo hizo el de acá abajo en la escena de Manhattan que precisamente ilustra la foto.





Las chicas inteligentes que cantan: Joni Mitchell, Kate Bush

Las canciones de Harrison

Los nenúfares y otras pavadas pintadas por Monet

North Kensington, en Londres. Todo Londres, bah


La Bombonera

El eco de la risa de Laurita

The teachings of Don Juan

El helado de vainilla de Chungo

El ruido que hace la pelota de básquet cuando entra en el cesto sólo rozando la red, sin tocar el aro (¡swisssssh!)

El concierto N° 5 para piano y orquesta “El Emperador” de Ludwig van

Las pelis de Truffaut y de Marty S.

Partridge & Moulding

Carlos Alberto García Moreno, desde que nació y hasta que se muera. No todos sus discos.

Jogar bola con 2 de mis hijos

Escuchar a Piazzolla (y disfrutarlo) con el otro

El viento frío de Buenos Aires que me corta la cara






martes, 8 de abril de 2008

Decime algo que no sepa


Yo sé que Herbie o Ringo lo dirían con más sarcasmo o humor, y ojalá tomen la posta, pero esta no podía dejarla pasar.
¡Alguien tenía que decirlo!:

lunes 7 de abril, 11:18 AM
Banda de rock Coldplay ayuda a dormir: sondeo

LONDRES (Reuters) - Una dosis de la banda de rock Coldplay ayuda a los británicos a dormir, según demostró el lunes un sondeo realizado por la cadena de hoteles Travelodge.

La banda, cuyo líder Chris Martin asegura que evita la cafeína y el alcohol y es famoso por tener un estilo de vida ajeno al mundo del rock 'n roll, quedó primero en una encuesta sobre bandas musicales que ayudan a dormir.

Otros artistas elegidos por sus cualidades que inducen al sueño fueron James Blunt, Snow Patrol, Take That y Norah Jones.

Pero aquellos que prefieren irse a la cama con un libro juzgaron que las autobiografías de los famosos son las más efectivas para quedarse dormido. Las historias de vida de la glamorosa modelo Jordan, la estrella del fútbol David Beckham y Sharon Osbourne quedaron entre las primeras de la lista.

El sondeo se realizó entre 2.248 personas.

Cosas que no dicen:

- La muestra total era en realidad de 5.000 personas, pero a las 2.752 personas restantes no lograron despertarlas después de someterlas a una sobredosis de "sensibilidad rockera" de Martin y asociados.

- Tampoco dicen nada sobre ese cacho de carne blancuzca insulso que tiene Martin por esposa: en la pantalla, la Gwyneth también te duerme.
Comentario mío: rechazo lo de Norah Jones, y lo de Take That te lo puedo discutir. Todo lo demás lo firmo.