viernes, 28 de marzo de 2008

El juego de las diferencias



Yo nunca estuve en Italia.

Por lo tanto, nunca estuve en Florencia. Me encantaría ir, y no por razones “étnicas”. Debo ser uno de los pocos en este país que en su familia, tanto por parte paterna como materna, no tiene ni una gota de sangre italiana. Criollitos y eventualmente españoles, pero nada más.

Mi amigo G. visitó Florencia más de una vez, y hace mucho me contó que en una oportunidad, cuando andaba paseando por la Piazza Della Signoria, vio a unos cuantos veinteañeros de ambos sexos inclinados sobre unos anotadores, lápiz en mano, mirando alternativamente hacia arriba, y luego hundiendo la cabeza en el block, y así. Cuando tuvo un panorama más completo, al avanzar caminando, advirtió que lo que miraban con atención era la réplica del David de Michelangelo Buonarroti, cuyo original está (según me dijo) protegido de la intemperie y la barbarie en una galería medio concheta, como todo Florencia, bah.

Los veinteañeros eran estudiantes de una de las tantas escuelas de arte de la ciudad, y estaban practicando. Pavada de modelito se buscaron…

Qué nivel.

Yo siempre estuve en Buenos Aires, soy un típico nyc, y pese a que he tenido la suerte de estar en unos cuantos lugares muy lindos fuera de acá, todavía me gusta apreciar sus “bellezas naturales”.

Entre ellas, esta que hay acá abajo, que de natural no tiene nada, pero me gusta igual.


No es comparable al detalle del pitín de David, pero tiene sus costados sutiles, y al mismo tiempo es grande e impresiona. Se abre y se cierra. Se ilumina. Se apaga. Muta. Es varias obras de arte en una, pero es una obra de arte al fin. Al menos, eso pensé cuando hace un par de días pasé por allí en mi auto, transitando el viaducto Facundo Quiroga que sale justo al ladito de Canal 7, y donde vi a unos cuantos veinteañeros de ambos sexos, inclinados sobre unos anotadores, lápiz en mano, mirando alternativamente hacia arriba, y luego hundiendo la cabeza en el block y así.

Me acordé de la escena que me contó mi amigo, de Florencia, de Buonarroti, de la Galleria dell’Accademia (tal el nombre donde está el original del David, me acordé), etc., de lo bueno que es que la “gente joven” en este país retrasado aprenda a apreciar las obras de arte urbanas, aunque no estén hechas de mármol de Carrara sino del material con el que se hacen el fuselaje de un avión de pasajeros.

Cuando doblé por Figueroa Alcorta hacia el Norte, me di cuenta de que había más veinteañeros (y no tanto), que todos tenían blocks y lápices, pero que miraban hacia arriba y hacia abajo con el objeto de concentrarse mejor y completar unos formularios que les habían dado en el Canal 7 para participar en castings, con el objeto de ser actores/actrices en la programación del canal.

Qué nivel.







21 comentarios:

Darío dijo...

Que paralelismo!, dos escenas con tanto en común y a tantos kilómetros de distancia, y otras dos tan cercanas y ajenas una de la otra. Genial. Saludos.

Mensajero dijo...

Roedor, parece que no tendrá más remedio que viajar a Florencia.
Es tan triste el estado actual de las escuelas de arte, la Manuel Belgrano, el Pueyrredón, De la Cárcova.....
Hice el post. Me temo que no mida muy bien en comentarios, aunque por ser breve, no dudo que tendrá un buen Reach. Pero por su altísimo grado de provocación pide una enorme disposición del ánimo para el humor.
Tampoco fui nunca a Italia. Pero Italia tampoco vino nunca a mí.
Saludos.

estejulioesuno dijo...

Lo tuyo es una generalización un poquitín forzada pero, en caso contrario, tu blog se llamaría common sense y no como se llama, así que ¡está bien!

Anónimo dijo...

Discrepo, dicrepo. Te garantizo que las calles italianas están llenas de ragazzi con el mismo coeficiente intelectual que los que se postulan para hacer un bolo con leonor benedetto (de éso se trataba lo que vistesss. El casting es ficticio, pero la TV pública hace como que. Todos los elencos están elegidos, salvo una muqui que dice ¨señora, la mesa está servida¨. Y allí va el piberío loco. Mis amigos productores me contaron la farsa)
Pero encima le ragazzis italiani - como las más finas señoras que compran en Dolce e Gabanna- eructan y gritan feo con sus telefonini di colore. No serán los que dibujan el pilín del David, pero los otros...mamita.

No creas, a pesar de la pobreza y del estado deplorable de las escuelas, la enseñanza artística in nossa capitale é veramente grossa.
Y la vulgaridad- lamentablemente- es global. (o será que yo tampoco tengo pizca de sangre italiana y soy poco objetiva). Distinto la Francia, donde en la calle sí se observa una juventud un poquito más estimulante, pero Sarkozi ya se encargará de reventarla. Si es que ellos no lo revientan a el primero. Sería bueno.
Algo diletante, pero quería reivindicar a los peques de nuestra Sudamérica, que no son todos como los de Gran Hermano.
Viva la Patria, chicos.

Anónimo dijo...

y antes de ir a Italia, si de artes hablamos, yo tendría que haber ido unas cien veces a otros lugares como La Habana, Boston, Montevideo, Lisboa, Nueva Shork o Praga.
No se me enojen, italiani. Es una opinión sin mayor fundamento.

yo dijo...

Y....será que no se puede vivir de la apreciación de arte....ojalá fuera posible.........
Que cosa lo de los castings truchos además! A mi me pasó algo parecido con una entrevista laboral...de esas que se hacen en grupo. Era nomás un simulacro para que los estudiantes de recursos humanos aprendieran a evaluar.
Yo había ido ilusionada :(


Saludos!:)

Pedro de Mendoza dijo...

aca los porteños no sabemos apreciar para nada el arte que reside en la ciudad
tanto esa flor que es realmente imponente como en los centro culturales, los museos, etc
estan todos abiertos, son todos gratis y sin embargo nunca hay nadie

y no me vengan con que ir a gallery nights nos acerca al arte

santiago segura dijo...

"La vulgaridad -lamentablemente- es global".

Es verdad, pero la idea del post está simpática, no sé si había que ser tan profundos.
Y qué lindo debe ser Firenze, imagino.

Anónimo dijo...

no lo creo, Mola.
si bien la sociedad porteña no es la de nuestros viejos, el consumo cultural es sincero y voraz.
pero las dictaduras no son gratis, y allí tenemos a las Maria Martas y los Osvaldos batiendo sus cacerolas para sentirse parte de lo que no son. Escuchan radio 10, leen Trompetin y ven el sensacional show de Tinelli. Hay de todo como en todas partes, pero todavia hay gente con buen gusto y hay muchos pibitos que - no sé con qué ganas- estudian, leen, hacen musica y aprecian la belleza.
por lo menos....así lo veo sho.

JuliChic dijo...

ehhe!que lindo la cultura que se vive en la calle!
( me perdi un casting mas de canal 7, ufa!)

Roedor dijo...

Sí, Darío, las cosas son parecidas a ambos lados del agua. Más de lo que parece.

Mensajero, amaría viajar a Florencia, pese a que sé que también voy a encontrar cosas bastante menos glamorosas que esa. Ahí voy a visitarlo, ya que Ud. no viene a visitarme a mí (entre otras cosas porque no sabe quién soy ni dónde vivo).

Mariana, basura hay en todos lados, como dije recién. Simplemente apunté una escena similar motivada por dos cosas bastante distintas. ¿Nunca intentó ver un ratito del canal italiano en el cable? Hay cosas que dan mucha vergüenza ajena... Además, nunca cuestioné la enseñanza artística acá. No la conozco.

julito, ese tipo de comentario suyo podría aparecer bien en cada uno de los posts que escribo. Creo que voy a hacer copy/paste y lo voy a poner por default, ¿le parece bien? Le atribuyo la autoría a Ud. así se lleva unos royalties. Todo bien.

Lau, quizás el casting no era trucho, pero era reloco toda esa gente ahí en las rampas, con el sol, con la flor, y haciendo cosas que nada que ver con el entorno.

Mola, yo también me pierdo el arte en la ciudad, tan acostumbrado que estoy a andar de acá para allá por laburo, buscando a mis hijos en no sé dónde, etc. No es una mala idea lo de la noche de los museos, pero eso no construye arte, creo que la cosa pasa por sentirse un poco turista de vez en cuando, no dar nada por sentado. Buenos Aires es una linda ciudad para sorprenderse.

Tucho, yo quiero ir a Firenze, reitero que allá hay vulgares, pero con más guita que acá. A mí dejenmé caminar por ahí para ver lo que pasó antes, no lo que pasa ahora. Con eso me basta.

emeygriega, no somos todos santos, en realidad. A mí me gusta Madonna, como la de la foto de la superchic. ¿Eso me hace vulgar? Seguro que sí, pero una parte de la vulgaridad me fascina, aunque eso es tema de otro post.

Merci beacoup por la participación.

Roma dijo...

no se si sera porque mi mejor amiga estudia turismo y me vive contando cosas sobre momunentos y obras... pero este pais tiene grandes cosas para empezar a valorar....
esta bueno
Cosas q me estan haciendo veler un toque mas mi pais...
slds!

Cosima dijo...

Confieso que como artista me gustaría más observar más atónita el miembro de David que el piristilo de la Floralis.

Roedor dijo...

La cosa no era tanto por la apreciación del arte, roma, sino por la misma actitud hacia cosas tan diferentes.

cosima querida, como artista me queda clara su posición. ¿Y como mujer?

Perdón, hoy fui un día duro de trabajo, es lo más parecido a un "chiste" grosero que se me ocurrió...

elastichica dijo...

Esto está buenísimo. El domingo estuve sacando fotos ahí y ví algo similar. Buenos Aires da para todo.

Flopo Branca dijo...

hay que tener valor para anotarse en un reality de canal 7 jajaja :p

es muy bonita la flor futuristica esaa
mas cuando esta iluminada ^^

muy buen blog
saludos

Roedor dijo...

Buenos Aires da para todo, efectivamente, hasta para anotarse en un reality, cualquiera sea el canal.

Estrella dijo...

Se llama Floraris genércia. A mí, como a vos, me gusta mucho, y no puedo dejar de mirarla cuando paso por ahí, especialmente de noche. No recuerdo ahora el nombre del autor, pero sí recuerdo haber leído una nota en donde el mismo artista contaba que se perdía entre la gente que se acercaba a mirarla, para oír los comentarios... y los anotaba.

Anónimo dijo...

Otro ejemplo del sindrome de prudencia que me atacó en la vejez

Cuando la inauguraron pensé "que mierda diplomada", ahora paso nuevamente (diariamente en mi combi), y cada vez me gusta más...

Roedor dijo...

El arquitecto ese (no lo googlié, pero debe ser fácil de encontrar el nombre) es el mismo que tuvo que pelearse un rato con las autoridades que le encargaron el laburo, porque el tipo fue y compró todo el material y después le bicicletearon el pago, bien después de finalizada la obra. Como se dará cuenta, las partes para aviones no se compran en el carrefour de la vuelta, y tampoco dan mucho crédito. El tipo cobró cero honorarios por la obra por propia decisión y encima lo pedalearon... ¿qué habría hecho Buonarroti?

Buen punto, brasiliensis, yo aprendí a amar cada agregado de "arte urbano" desde que Niemeyer en nuestro vecino se dedicó a "ensuciar" el paisaje con obras que no pegaban con el entorno. No todos son Niemeyer o su equivalente artístico (el que hizo el Quijote de la 9 de Julio y Av. de Mayo seguro que no), pero agregar cosas "que no sirven" al paisaje siempre me pareció un acto creativo. Y encima lo garpamos todos, con lo cual también es democrático.

Caia dijo...
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