lunes, 21 de enero de 2008

"Nunca te arrepientas de lo que no hiciste"


El otro día fui a ver El amor en los tiempos del cólera, y me acordé de varias cosas.

Entre ellas, de la frase del título.

Cuando yo laburaba en una empresa yanqui viajaba mucho allá arriba y tenía una colega que hacía más o menos el mismo laburo que yo acá, pero en Colombia. Nada que ver conmigo la mina: algunos años menor que yo, conchetita de buena familia, hija de una pareja de abogados exitosos de Bogotá, ingeniera industrial con posgrado en administración en exclusiva universidad de USA, calculo que había leído García Márquez sólo por ósmosis geográfica, porque quizás había que leerlo, o porque alguien en algún ministerio, con premio Nobel zurdito legitimado por unos suecos locos, había decidido turísticamente que era conveniente leerlo o hacerlo leer.

O porque ese libro era una historia de amor.

Pero qué fea historia de amor, carajo.

Mi amiga (en la interpretación Billy Crystal de When Harry met Sally) me dijo que a ella no le había gustado la novela porque el tipo no hacía lo que tenía que hacer, que esperaba y esperaba y no hacía cosas. Y mirándome fijo con sus hermosos ojos almendrados, me dijo la famosa frase.

Buen punto.

Tan bueno, que lo adopté para mi vida personal de allí en adelante.

Una vez leí una frase atribuida a Sarmiento que afirmaba algo parecido, y que es criticada por la gente de bien que cree en el mundo ordenado como debe ser: Las cosas hay que hacerlas, bien o mal, pero hay que hacerlas.

Creo que no hay sensación peor que la de constatar en la realidad lo que pudo haber sido pero no fue.

En realidad sí, la hay: es descubrir que ese presente que no es porque en su momento no fue determinada cosa, en realidad no lo es por algo que yo o vos dejamos de hacer por propia voluntad.

Entonces adelante, las flores se disfrutan mucho más cuando todavía tienen gotas de rocío encima, no cortadas en el florero.

García Márquez, you suck, no sos un buen ejemplo para la juventud. Y esa guayabera, mi madre...

¡Ah! La peli me gustó mucho: Javier Bardem es un genio (puede poner gesto de gil eterno con esa cara de HDP que tiene desde que nació) y el freezer de mi casa tiene más pasión que la tana Mezzogiorno. Pero me gustó. Sobre todo como un ejemplo de lo que no hay que hacer.

Nunca te arrepientas de lo que no hiciste.

13 comentarios:

Mensajero dijo...

Lo siento por los colombianos, nunca me gustó Gabriel García Marketing

DEB dijo...

No mensajero, no lo sientas por nosotros. Es tu gusto y es un escritor (bastante superado como tendencia en la literatura colombiana)si realmente te interesa.
No he visto la película, no me han llegado buenos comentarios. Pero la veré, es algo que tengo que hacer porque a mi sí me gustó el libro. Aunque justamente por eso, me dicen que no la vea. Mmm, no me gusta que decidan por mí.

En general estoy de acuerdo con lo que explicas sobre la frase de mi coterránea, no hay que dejar ir las oportunidades, para no tener de qué arrepentirnos.
Pero basar nuestra apreciación sobre distintas expresiones de cualquier índole (arte, literatura, cine, etc) solo porque no coinciden con lo que tu harías o con tu filosofía de vida es limitar el conocimiento de la naturaleza humana y por lo tanto de la comprensión de sus actos. Y tanto que lo necesitamos en este mundo intolerante...!!!

La condesa sangrienta dijo...

¡qué bueno está Barden!
(ya está, lo dije y no me arrepiento)

La condesa sangrienta dijo...

Bardem! (antes de que me corrija)

Roedor dijo...

Bueno, a mí el libro no me gustó porque el estilo ultrabarroco y recargado de García Márquez me satura un poco, aunque sin duda que es un buen narrador, no voy a venir yo a juzgar sus dotes, ¿verdad?

La idea esa de la eterna postergación me parece casi malsana. Eso es lo que principalmente me causa rechazo.

Huelga decir que el mundo ha vivido muy bien sin la influencia de mis opiniones, je.

No creo que sea un tema de marketing lo de García Márquez. Quizás inventó un estilo y lo enroscó hasta el hartazgo. Fue bueno mientras sorprendió, siempre lo mismo me cansó en un punto.

Condesa, usted es incorregible.

La condesa sangrienta dijo...

Usté con el sexo tántrico no la va, no? digo, por eso de que "La idea esa de la eterna postergación me parece casi malsana"
bss

Roedor dijo...

Comtesse, me parece que usted no leyó el libro o vio la peli: Florentino Ariza se tomó algo más de 50 años para cumplir su cometido.

Es algo más complejo y extendido que el sexo tántrico, me da la impresión.

Un poquito está bien para no parecer un desesperado, pero eso ya es enfermante, vea.

Anónimo dijo...

Bueno, hoy ando contradictoria, leí el post, pero como ayer vi la película no puedo solamente dejar de pensar que es una GRAN bodrio, entonces no pensaba comentar nada porque no valía la pena...pero, como la película me pareció una de las peores de los últimos años me salía de la vaina por decir que es realmente muy mala...ergo, acá estoy, no diciendo nada importante excepto que "El amor en los tiempos del cólera", el film: es HORRIBLE, (ni me voy a molestar en leer la novela porque el personaje de Ariza, que es un pelele, me fastidia enormemente)
Saludos

Anónimo dijo...

Ah, y si, Bardem está más bueno que comer el pollo con la mano...no se merecía esto...

Roedor dijo...

Wow, cuánto énfasis. A mí no me pareció tan mala, creo que como síntesis de la novela está buena y será porque está hecha por ingleses y no por yanquis no tiene tanto componente de color local con negros en pandereta (hay un par, de todos modos). Bardem no está dentro de mi target, pero la tana tampoco. Angie Cepeda puede ser, pero su papel de "mujer ligera" le queda a medida... siempre hace de lo mismo.

Anímese a la novela, glenda, es más divertida.

Anónimo dijo...

Bueno, quizá le doy un "changüi" a la novela pero va a cola de espera de títulos que incluyen el Ulises, La montaña mágica y El ser y la nada
Espero que para ese entonces se me haya borrado de la retina el plano de la Mezzogiorno con el torso desnudo a los supuestos, maquillaje mediante, 72 años.

La Incondicional dijo...

No me desagrada García Márquez pero tampoco me parece tan genial como lo quieren hacer parecer. También mi hicieron leer el libro de prepo y comparto en todo tu juicio. Pero hay un crédito que hay que darle al autor: nadie puede negar que ambos protagonistas no son el estereotipo del paradigma actual. Dejar de hacer cosas por propia voluntad pero sin que se note; o sea; achacando culpas a las circunstancias.

Roedor dijo...

Incondicional: no sé si tengo las herramientas para juzgar cuán genial era García Márquez. Lo que sí es seguro que el tipo en un momento transitó terrenos no recorridos. Después me da la sensación de que le encontró la vuelta al curro y siguió (los críticos finos a eso le llaman "estilo").

Pero bueno, lo que usted dice, querida, eso de achacar las calamidades a las circunstancias... es de puto. Hay que hacerse cargo e ir para adelante.