sábado, 10 de noviembre de 2007

The one in the middle


Evitando la pose de progenitor baboso que habla de sus críos y cuenta cosas que no le interesan a nadie, esta es la breve crónica del muchacho que falta: el del medio. Veremos si podemos ir de lo particular a lo general.

El tipo está en el tramo casi final de la primaria, y es demasiado chico para su hermano mayor y demasiado grande para el menor. Sabe que pierde por fuerza con el primero, y por compasión con el roedorcito benjamín. Sus dos hermanos tienen personalidades definidas: medio hosco el más grande, expansivo el más chico, tipo que se gana el lugar a las patadas.

El del medio, no: como todo intermediario, sabe acomodarse para un lado y para el otro, según convenga a la circunstancia. Lo que sus hermanos tienen de extremistas, él lo tiene de negociador. El tipo es un muchacho popular en la escuela, como se acostumbra decir ahora en épocas de comedias musicales pelotudas. No está para comerciales de shampoo que incluyen niños rubios, pero la realidad es que a su fotolog entran todas las minitas de su grado, y le escriben cosas como ídolo, dioso, y esas pavadas. Todas se sacan fotos con él. Juega al fútbol en el equipo: no es el mejor, pero está ahí, es uno de los once, y no el gordito que mira desde fuera. De vez en cuando resbala en una evaluación, pero enseguida se recupera. No está para el cuadro de honor, pero jamás ha tenido problemas serios.

Su principal arma es la cosa casual, el comentario irónico mezcla de ingenuidad e ironía, esa cosa que enternece a las minitas y a veces irrita a quienes ejercen autoridad sobre él (incluyendo a su padre, por supuesto): no se sabe cuál será su reacción porque siempre te está midiendo y viendo hasta dónde puede tirar de la soga o no. Ese o no es el que (me) pone nervioso.

Dejando de lado el caso particular, ese tipo de personalidad a mí siempre me pareció una desgracia, pero compruebo que es la que lo lleva por la vida en un camino que tiene más flores que piedras puntiagudas. Debería coincidir con mi teoría de los grises expuesta en otro momento, pero la realidad es que el que está en el medio sigue adelante con una sonrisa y disfruta de lo mejor de los dos mundos.

Posiblemente todos estemos en busca de lo absoluto, de la verdad revelada o de la pelotudez cúbica, pero en una de ésas la gracia está allí, donde el tipo del medio se mueve a sus anchas y se ríe de nuestras rigideces.

10 comentarios:

Milkus Maximus dijo...

Discúlpeme si me meto, pero uno lee su descripción del muchacho; después uno lee más o menos in extenso sus post, y no quedan muchas dudas que el muchacho es un legítimo heredero de su manera (o al menos una parte) de ser.
Será?

La condesa sangrienta dijo...

Tiene razón Milkus. En el Middle Roedorcito aparecen los mismos encantos y, según parece, la misma ironía de la que su padre hace gala en los textos.
Si no se nace genio buena cosa es el ingenio. Pero créame, ese chico va a llegar lejos, cómodo y feliz.

Darío dijo...

Excelente, y hasta conmovedor te diría.
Por el momento no lo vivo como padre, porque tengo 2 (y creo que ahí quedo jeje), pero a mi hermana del medio no la veo así eh, quizás también es una habilidad adquirida por tu pibe, por ser hijo del medio, pero también por propia astucia.
Y me parece muy sano de tu parte admitir ese tipo de enseñanzas que te deja tu hijo. Genial.
Saludos!

Roedor dijo...

Milkus, usted es cómico hasta cuando no quiere, o es un maestro del understatement: "discúlpeme si me meto" es la mejor frase para comenzar un comentario sobre un post de un blog.

No sé si es tan así como lo ven usté y la condesa, pero algo hay. Quizás sea como dice Darío, uno aprende también de pendejos imberbes. Y creo que la necesidad hace que uno desarrolle determinadas habilidades. Pero me consta que el tipo es notoriamente más ingenioso que yo, para lo cual no se necesita tanto, y no es modestia. Cuando yo tenía su edad las minitas no corrían a abrazarme y besarme cuando llegaba a la escuela (lo he visto más de una vez con mis propios ojos).

Stella dijo...

Segun mi experiencia, los hijos del medio son los mas negociadores, como bien lo describiste.
La sufren, probablemente, pero son los que mejor se acomodan a todas las situaciones.
Y las chicas de ahota son distintas a las de antes. Si comparás, a la misma edad,. antes eramos mas aniñadas, mas timidas. Creo que no se pueden comparar!!
Me encantó el post!!

Milkus Maximus dijo...

Roedor, Ud. no me entiende. Capaz que es un síndrome de padre primerizo, pero hoy por hoy, el mero hecho de opinar sobre hijos ajenos, me da un pudor de aquellos.

Anónimo dijo...

Tipico de los hijos del medio, yo sacando lo de las minitas, siempre me las rebusque asi,

MM dijo...

Hay que cagarlo bien a trompadas.

Siempre se quedan con las mejores cosas y las mejores mujeres.

Roedor dijo...

liricogenitalícese, milkus, le vacer bien...

stella, todo muy bien pero nuevamente suscribo lo que dice el groncho: hay que cagarlos a trompadas de chiquitos porque después nos soplan todo lo bueno de la vida. Yo no puedo hablar mucho porque soy primogénito pero sólo tengo una hermana, o sea, no hay "del medio". Pero cuando veo como ventajea el pibe este me da ganas de cobrar timeout para que los otros giles se recuperen.

La velocidad mental es otra clave de esta posición filial: los tipos aprenden a decidir rápido y madrugar a los otros giles.

Guarro, las minitas siempre se van con los que aparentan ser más débiles y románticos. Pero no lo son, le doy la seguridá.

santiago segura dijo...

Yo solo quiero decir que los del medio somos unos grossos. Y siempre los más inteligentes de la familia.

Nada más.