jueves, 26 de julio de 2007

One thing at a time

Hay gente que habla por teléfono.

Otros cantan a voz en cuello una canción.
Otros comen un sánguche y/o bebe una coca.
Otros retan a sus niños mirándolos a los ojos.
Otros se besan con sus parejas, o discuten a los gritos.
Otros miran vidrieras.
Otros cuentan chistes, deleitándose en los detalles y el remate.
Otros (generalmente hombres) admiran las protuberancias mamarias de las minas.
Otros (generalmente mujeres) admiran otras protuberancias en pantalones masculinos.
Otros relojean el diario y hasta se leen un artículo o una historieta enteritos.
Otros fuman muy concentrados o consumen otras sustancias no tan legales.
Otros se sacan los mocos de la nariz y se chupan el dedo (gracias yáeL) o hurgan en otras partes de su humanidad o la humanidad de otra persona.
Otros (usualmente mujeres) se acicalan frente al espejo.
Otros hacen paseos turísticos en su propia ciudad y hasta por su propio barrio.

Todas esas actividades son perfectamente lícitas y hasta edificantes algunas de ellas, pero por favor tengan en cuenta que NO son compatibles con manejar un auto de manera simultánea.

Por lo cual, si Usted está incluido/a en alguno de los mencionados subgrupos y un día de éstos, más que nada por Belgrano y/o Núñez, siente que le mandan la Sinfonía Fantástica de Berlioz en versión bocina o claxon, y adicionalmente le bailan tap dance sobre el capot, bueno ÉSE fui yo.

No digan que no les avisé.

12 comentarios:

santiago segura dijo...

Pensé, muy seguro, que el post terminaba con la frase: todas estas boludeces usted las puede ver en cualquier línea de trenes de la República Argentina, pero no... es mucho peor!

Lo peor son los carteles de las autopistas, realmente son atractivos para mirar (más algunos que otros) y se sabe que los de Araceli generaron más de un choque.
Y los peores, son los colectiveros hablando por celular. ¡La concha de tu madre, estás llevando a setenta desconocidos!

Luigi dijo...

Bueno, ir cantando en el auto tampoco me parece tan grave; eso sí, los mocos los dejo para el semáforo.

Roedor dijo...

Me faltaron los carteles de Araceli, es cierto, pero ahora tenemos los de Araceli junior, para los practicantes del estupro...

El punto del asunto es que no puedo entender cómo en una ciudad tan peligrosa como esta con los registros de accidentes que hay, haya gente que cuando maneja no haga solamente eso. Demasiados principiantes dando vueltas, también, esa es otra.

En otro momento, también va a haber para los peatones irresponsables. Cada dos o tres días siempre estoy a punto de llevarme puesto a alguno que cruza alegremente con luz roja y encima se enoja cuando protestás...

Ruth dijo...

Bueno, con práctica todo se puede, realmente, yo conozco casos honorables de personas que pueden hacer algunas de estas actividades simultáneamente con conducir su coche, en especial en la categoría "hurgadores". Hasta ahora nadie murió ni mató.
Qué POCA onda tiene la hija de Araceli, por favor! Necesita ya unos alfileres en los costados de los ojos, para que se le levanten un poco.

Roedor dijo...

Bueno, los hurgadores en anatomías ajenas por lo menos tienen una causa noble. A ésos/ésas los/las podemos perdonar... salvo que se lleven puesto a un peatón o un semáforo en el intento.

Hay un cartel de la hija de Araceli en la General Paz antes de entrar en la Lugones. Si la madre provoca choques, los de esta pendeja provocan lástima. Tiene tanto sex appeal como un paquete de acelga.

santiago segura dijo...

¿La acelga viene en paquetes, Roedor?

Roedor dijo...

Acá en Belgrano sí, tucho. Es una estrategia marketinera boliviana sencilla pero efectiva, parece. Te venden menos por más plata.

Faco dijo...

Recién saco el registro y empiezo a manejar y es la primera vez que presto verdadera atención al tránsito. No considero que manejo muy bien ni mucho menos, pero es increíble que haya gente que no sepa, no quiera, o ambas le chupen un huevo, hacer cosas tan simples como mantenerse en un carril.

Los de los accidentes somos siempre otros, por supuesto.

Roedor dijo...

faco, o sea que andás ostentando la famosa "P" (de "Pelotudo" decía mi hermana cuando tenía que lucirla en su auto hace no mucho).

Lo de los carriles es casi intrínseco en el ser nacional, no sólo cambiarse sino cagarse en su existencia. Anécdota breve al respecto: hace unos años trabajaba en una compañía de origen yanqui y vino un mono de allá, laburó un rato y lo llevé a comer a Puerto Madero. La charla eterna era lo distintas que son las cosas acá (los negocios, bah, que era lo que le interesaba al tipo) respecto de USA, no tanto respecto de América Latina, donde todos somos bastante parecidos. Entonces, en una pausa en un semáforo luego de doblar desde Madero a Alicia Moreau de Justo, veo que mientras esperábamos la luz verde el tipo me mira a mí desde el asiento de acompañante, mira a su derecha, y mira de nuevo hacia mi lado. Enarco las cejas inquisitivamente y el tipo me manda: "Ahora entiendo la idiosincrasia argentina y por qué las cosas son distintas". "¿Por qué?", le pregunto. Señalando con el dedito adelante y luego a los costados me dice: "Dos carriles, tres autos".

Algunas cosas, si las mantuviéramos simples, serían simples, ¿no?

Faco dijo...

Sí, es así. Recuerdo haber ido a USA y que a mi padre lo hayan parado porque no frenó del todo ante un cartel de Stop. ¿Alguien se para completamente frente a los "Pare"?

Los brasileños la tienen peor, por ejemplo, pero mal de muchos...

Ah, y no circulo con la P de pelotudo porque hice los tramites en nuestra bienamada, peronista y merquera Provincia de Buenos Aires, por lo cual pude subirme a Gral Paz, Lugones, Illia y 9 de julio al día siguiente de sacarlo. La única P que luce mi vehículo es la de "Pisteando como un campeón" (ver Los mejores momentos de Crónica)

Roedor dijo...

Che, lo de pelotudo no estaba dirigido a vos. Digo, como hay tanta gente susceptible dando vueltas...

Otra regla (esto daba para escribir algo concreto, pero es casi una obviedad) es: uno avanza cuando se pone amarillo el semáforo del OTRO lado, no verde el que uno enfrenta. Los bondi-drivers tienen un sensor a su vez conectado a un gen que responde ante esta luz amarilla "perpendicular": los hace apretar un botoncito y hacer luces en un intervalo no mayor a 0,5 seg.

Stella dijo...

Oh..oh..el que me tocó bocina fue Ud?? :P