domingo, 25 de mayo de 2008

Las cosas en su lugar


El otro día pasé por delante de la iglesia de la escuela donde iba cuando era chico. Había un casamiento, auto con ese moño ridículo, gente vestida de pingüino, novia y acompañantes. Mis hijos estaban conmigo y lo miraban como raro: nunca fueron a una ceremonia religiosa. En mi posición sería fácil poner risita con sorna escéptica, pero no lo hice. Seguí de largo.

A los pocos días pasé nuevamente y me metí para admirar un mural de Soldi que hay dentro que se inauguró mientras yo estaba en la primaria. Pese a la temática religiosa, el mural me gusta mucho y me da como paz mirarlo, inclusive teniendo en cuenta que Soldi en esa época ya trabajaba de Soldi y mandaba todas o casi todas sus obras de taquito, repitiéndose en su inmenso talento, pero repitiéndose al fin.

Las dos cosas (el matrimonio en ese ámbito, y la creencia en sí) tienen que ver con la iglesia, tienen que ver con la fe, y en ambos casos me parece que es confortable vivir en estado de semigracia con la persona que uno eligió (o que lo eligió a uno), y también encontrar un confort, un reaseguro en algo que no puede discernirse racionalmente como es la fe.

Es cómodo, es lindo.

Mi incomodidad existencial me inspira más cosas, pero a diferencia de hace unos cuantos años (aunque en realidad no tantos) la gente que elige estar en esos lugares no me parece ridícula. Posiblemente esos lugares sean los ideales para estar, no lo míos, pero ideales al fin. ¿Será así?

Tener dudas me gusta y me molesta al mismo tiempo.

29 comentarios:

Mari Pops dijo...

Y sí, mejor no entender o que el misterio oscuro de la fe ponga un velo a mi triste realidad (no necesariamente mía) Más facil no pensar, no elegir, damelo echo que me lo como con papas.

a la vida de pareja de muchos años ya hay que ponerle un poco de alcohol, o de fe, o de droga, o de disfraz porque VER duele, y mejor como que no!

Fui muy espiritual en una epoca y fui coherente con el momento. Hoy quisiera recuperar un poco eso y no sé por donde empezar. Mucho existencialismo por casa tampoco ayuda

muy buen post!

Mensajero dijo...

Centro.
Ser espiritual o materialista de acuerdo con el momento. A mi me gusta transitar los extremos. A mi favor puedo decir que puedo ir de uno a otro pasando por el medio. Someterme al designio de lo grande y pararme en el lugar correcto cuando corresponde, no me sale.
En política me pasa igual, soy de centro, es decir, soy capaz de irme bien a la derecha o bien la izquierda (cosa poco habitual en la derecha y en la izquierda que son incapaces de acercarse a su opuesto) lo que me libera de la culpa que me provoca mi escasa participación.
En esa iglesia bauticé a dos de mis hijos.
Paso frente a ella muy seguido, cada vez que vuelvo por General Paz o que voy a comprar helado a Chungo.

Roedor dijo...

mary, la cosa es que creo que a veces está muy bien estar en determinados lugares, aunque a mí conceptualmente no me cierren. Esto no es nuevo ni un gran descubrimiento. No tengo crisis de fe a mi edad, o al menos me parece. Me refiero simplemente al sentimiento, a ese estar contenido en un lugar donde las cosas "funcionan".

Mensajero, yo también paso todos los días por ahí, mi vieja vive cerca, yo más o menos también, cuando vuelvo de mi laburo paso por ahí, etc. Pero a mí, a diferencia de usted, no me gustan los extremos, soy más de los grises, que creo que es lo que pone nerviosos a los extremistas.

Cuando quiera, lo invito a un helado de vainilla en EL Chungo.

La condesa sangrienta dijo...

Tener fe no es tan cómodo como supone. Tener fe es decir SI cuando todo parece decir NO.
Pero, más allá de la fe de cada uno, nuestra incomodidad existencial nos lleva, muchas veces, a ámbitos que en apariencia nos son ajenos.
Abrazo.

Anónimo dijo...

Ya lo decían Les Luthiers: "el que piensa, pierde"

Roedor dijo...

Mmmm... calculo que mi blogger católico favorito (que también suele andar por el barrio y del que tengo mal direccionado el link) va a aparecer pronto para mandarnos a la escuela (dicho en el buen sentido). No creo que sea tan extremo como dice el brasiliensis, ni tan "difícil" como sugiere la condesa.

Todo es demasiado complicado. Pero posiblemente lo que yo ande necesitando es un tantico de paz mental, y en algunos lugares la venden más barata que en otros...

Darío dijo...

Muchas veces me sentí, de alguna manera, curioso de cómo será ese sentir de comodidad, teniendo a la iglesia como espacio real para reflexionar y rezar. Pero mi curiosidad llegó hasta ahí.
Sólo después de algún momento jodido me encontré ahí adentro sólo como para encontrar una vía simbólica para "agradecer" (¿y una especie de "sacrificio" tal vez?). Pero repito, hasta ahí llegué.

Yo estoy casado, pero no por iglesia. Así lo elegimos, quizás por tenerle un respeto aún mayor de lo que muchos que lo hacen le tienen. Salute!

La condesa sangrienta dijo...

No dije "difícil", dije que no es tan cómodo (y en aquél lugar no le vendieron nada che, la paz que fue a buscar la halló ud. mismo y gratis).
Pero sí...¡Milkus!!!!!

Mari Pops dijo...

roedor
le mande un correo ayer, le llego?

yo dijo...

Coincido con la condesa porque yo fui católica mucho tiempo y, a veces,no era nada cómodo...Pero en general todos sentimos la necesidad de tener fé en algo, sea una religión, sea el horóscopo o el servicio meteorológico. Todos creeemo en algo...no?
saludos!:)

Roedor dijo...

yes, recibí el mensaje, mary, pero no soy muy bueno haciendo correcciones sobre lo escrito. Hice el intento pero no sé si salió.

condesa, lau y darío: lo mío no llega tan profundo como para meterme en los vericuetos más enroscados de la fe. Tiene que ver con las cosas de la vida diaria, el hecho de salir reconfortado de ese edificio, o de creer (y a veces sucede) que el hecho de que hayan sacramentado una unión matrimonial es una razón que ayuda al mejor devenir de las cosas cotidianas.

Es así de simple. Pero no vale explicar tanto, tendría que haber estado todo allí desde un comienzo: sucede que eso lo escribí a la carrera el domingo, luego de ver todas esas cosas por ahí. Y quizás el helado en el Chungo de la esquina me hizo permanecer demasiado tiempo cerca del lugar de marras.

bonito lunch dijo...

ud. es muy jactancioso (si esa palabra existe).

Roedor dijo...

Me parece que el chiste suyo, bonitinho, viene por el lado del asturiano que no se rinde, ¿verdad?

Anónimo dijo...

Creo, Roedor, que aunque quieras teñirlo de anécdota, sí hay no se si una crisis, pero sí una preocupación. Un amigo muy inteligente, ateo, me dijo una vez: todos pertenecemos a algún sistema religioso.
Como hija de ateos socialistas, te aseguro que para llegar a tal categoría pasaron, intelectuales y sensibles como eran, una honda perturbación por la existencia de Dios. Perturbación que no existe,en mi opinión en la gran mayoría de las personas que siguen una religión y su folklore y el tema les interesa un rábano.
Un templo- cualquiera sea- es mucho más que una escenografía grata que nos genera bienestar. Eso es el teatro. Para mí al menos, es un lugar que aloja nuestro vacío existencial, lo jaquea y nos invita a pensar cosas que, aunque pasadas de moda, sentimos cada vez que vemos un amanacer y pensamos: Dios tiene que existir.
P.D. Querías hacer un relevamiento arquitectónico de la av. San Isidro? No hay granizado de chocolate que te lo crea, ratoncito.

Anónimo dijo...

y por cierto, parece que ayer fue un domingo mistico porque a mí tambien se me dió por ahí y no por la escarapela.

Mensajero dijo...

Si no le molesta, elijo sambayón y chocolate italiano.
Cualquier día de estos, chiflo.
Me gustan los grises. Y los viajes astrales hacia el negro y el blanco.

Roedor dijo...

M.Y.: no me sobreestime, querida, lo mío no llega a tantas honduras. Coincido con todo lo que decís, nena, pero el asunto es que las cosas no se presentan tan redepente, armaditas y envueltas para regalo. Si yo fuera un escritor de ficción, o un filósofo, este espacio no existiría, no sé si me explico. En otras palabras, crisis por ahora seguro que no, preocupación sí, y esa pregunta a la mañana todavía no me la hago, quizás de cabezadura que sigo siendo. No quiere decir que no me la haga mañana o dentro de 1 semana o 10 años.

La avenida San Isidro es linda.

Mensajero, vamos a tener que pelearnos por el sambayón. Suelo causar estragos en determinadas heladerías con ese gusto. Así, pelado, nada de cerezas o granizado, sambayón criollo.

Anónimo dijo...

La Av. San Isidro es preciosa. El papito mío construyó allí , enfrente del Patagónico, otro lugar lindísimo, donde festejé el cumple 90 a mis dos abuelitas, a puertas cerradas, con chou, lectura del poema de los dones de Borges y todo.
Les recomiendo un restorán, a la vuelta, escondido dentro de lo de las religiosas macrobióticas que hacen pancitos caseros con semillas raras (soja nunca) Está hecho de piedra, frente a un jardín increíble. Tiene un arquitectura rarísima para Bs as.
Y lo del granizado, Mensajero y Roedor, fue un ejemplo. Queda claro que los helados son de sambayón, crema y espumón de chocolate. Para mí no salen de ahí.
Chungo, casa matriz, qué gloria nuñense!
Nothing compares, le canta Sinead.

Roedor dijo...

Ese restó se llama Demetria, fui a comer hace mucho, estaba bueno, está en Ramallo a media cuadra de San Isidro, medio oculto, es verdad.

Chungo HQ rules. Hagamos ménage a trois con el Mensajero y bajémonos la producción de Sambayón del mes de junio.

Con eso quizás me olvide de la iglesia y esas cuestiones...

Anónimo dijo...

ahh! pero que gente paqueta!! nunca un conogol ni un choripán.. no?
la fe, la paz interior, o como sea que cada uno lo llame, se puede encontrar en muchos lugares, hasta en el medio del obelisco, es decir, depende de uno mismo no del lugar.

Roedor dijo...

anónimo (que parece no pertenecer al grupo de anónimos nabos que pulula por ahí): el choripán y el conogol van en otra circunstancia. En la Bombonera es otra cosa, por ejemplo (es carísimo...).

Es verdad, no es una cuestión de edificios, pero no sé si yo estoy buscando eso. No sé qué estoy buscando, en realidad.

No sé.

Anónimo dijo...

Anónimo: la gente paqueta no vive por ahí! y menos cuando nosotros éramos chicos y Chungo, casa matriz, se perfilaba como la gran heladería de América Latina.
Con el bonus de que se llama Chungo y no Persico,Freddo,Volta, Firenze Inmaculatta, Rainiero le Primo, Piacere de L Angelo Azurro, Benedicto Gelattini Gondolieri, etc.

Chungo. Porteño y gauchito.
Me voy a comer un chunguito. Venite, anónimo! Hay sambayón para todos!

Roedor dijo...

Esato, M.Y.

Ese barrio no era muy elegante cuando yo era chico y a Chungo in person solía verlo con asiduidad. Ahora tampoco es tan chic, quizás del otro lado de Cabildo hacia el río un poco, pero no tanto.

Buena la mención de nombres peninsulares, pero le recomiendo sea cuidadosa con la terminología. "Gauchito" puede ser. "Gauchita" es otra cosa.

Anónimo dijo...

y yo qué dije, hijo? GAU-CHI-TO.
Pueden creer que me acaban de mandar una canción re guaranga que se llama Zamballón? casi me muero, se me vino este post a la cabeza ICSO FAPTO.

me pongo un dedito en la mejilla como mirtha legrande y pregunto...

se las paso o no se la paso?

Roedor dijo...

Usted paselá, querida, pero en privado.

En privado siempre se arregla todo, y está todo bien, ¿no le parece?

¿Usted es gauchita?

Esto TAMBIÉN puede contestármelo en privado.

Anónimo dijo...

Por insolente te perdistess el hitazo del momento: ¨Zambayonni¨ (asi se llama).
Vos sos gaucho, Roedor? o proponés menage á trois y gauchadas en blogs nomás?

Roedor dijo...

Ya me hablaron de ese tema y tengo que escucharlo.

Yo soy gauchazo. Los ménages à trois no están mal, pero prefiero los muy tradicionales tête à tête de nene y nena. Con dos alcanza.

Anónimo dijo...

Os senhores andam precissando mi SHANGRILA endovenoso,gente.
No meu blogue se formaram menáge á trois e tete a tete.(Todo No)
Faz grupete, Roedor. Eu nao me prendo,sao maiorcinha pra tentar novedades, mas adoro as pessoas se amem.
Deliziaaaaaaaa.

Desirée dijo...

Exacto. Los lugares ideales varían según el "quién". Por suerte somos distintos y cada uno va encontrando ( o no) su verdad, ientidad, destino, como se lo queira llamar. Creo que lo importante es escucharse y mantenerse fiel a quien uno es, y juzgar menos. O entender que cuando nos empeñamos tanto en criticar demasiado algo de otros, o nos irrita especialmente tal o cual comportamiento quizás haya algún dato sobre nosotros mismos que estamos dejando de ver.
Y en cuanto a la dualidad, me parece que es una virtud. La elogio, la admiro y aplaudo. Todo eso junto y por separado :)